UNA MUJER NUEVA

 

Encuéntrame mañana…

 entre asomo de luces tiritantes-

Contigo voy a ese planeta.

Allí donde el sentir es cierto

 y al mirar los ojos no existe el tiempo-

Ese donde nacen estrellas verdaderas,

y se cuelan rayitos tibios con tus besos…

 

Desnúdate ante la brisa. ¡Anda descúbrete!

 ¡Vive este sol  sin miedo!

Sobre el pecho tenemos migajas de cariño,

que nos hacen vivir eternos duelos.

Pero tú puedes alcanzar aquel lucero…

¡Hazlo por mi-vuela! ¡Tú puedes!

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Parpadean candelas y semáforos en las tinieblas…

Te espero igual con el rocío gris.

Hay hambres somnolientos y cansinos

 que, se refugian en las viejas casitas-

y esperan soles buenos al salir-yo sigo esperando…

me trepan candelas y semáforos por las manos…

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Son estas tarde de otoño que me permiten cuidarte…

Ser sol, calor y hogar y a veces viento.

Hojarasca en la vereda, que en remolinos vuela…

Y al pasar me prendo de tu falda…en vano intento…

 

Y son estas mañanas de otoño que me hacen recordarte.

Buscar refugio en vos, en tus barrancas,

Donde el mar bravío no alcance el derrotero de mi barca.

Dejar un momento el timón y descalzarme…

Y así empaparme de tu piel salobre y de tus ansias…

 

Igual vuelve a dormir, velo tu sueño-

vuela, eterna mariposa.

Viaja planetas y encuéntrame en una estrella-

Triunfa!

Eres oro y añil en alboradas y beso sutil cuando me atrapas-

Vuelve! Ven a dormir ahora entre Nereidas…

Y así cada segundo es la aventura,

El misterio de ser y de sentirnos,

Así a flor de piel.

Mudar y ser mudado, cubrirme con tu piel

 y tu mis miedos…

Despertarme frágil, sin alianzas,

Pero tomado siempre de tu mano…

 
Quiero un minuto detenerme y escucharte…

Dejar que mi piel desangre milenios y gozarlos.

Así encontrar ojos encendidos-la bendita mujer

Que en ti se habita.

Luego transido…abandonar las rías

y dormirme en tus playas.

 

Sin embargo espero una mirada…

La encuentro colibrí rondando mis  violetas-

Luego duermes.

Eres niña! Aún hay esperanzas-susurrando pasas…

Y me vuelvo a dormir entre esas olas de ágatas y plata.

 

Puedo imaginarme la esencia del perfume.

En la estela fugaz puedo encontrarte-

Tan viva!

Bajando escalones, aprisa, ligera, con un beso listo y una sonrisa-

Moderna y dulce brisa ligera.

 

Puedo dibujar tus ojos sin mirarlos

Y reconocer el sonido leve de tus pies.

Y te contemplo-agua dormida, camalotal, semilla y sol.

Tú me inventas a mí y yo te invento

Y así nacemos nuevos- rayo de luz.

Novia y quimera!

 

Luego vendrán mundos nuevos, sin noches inconclusas.

Con ríos en los ojos y en las manos naranjos.

 Y vendrán a anidarnos nuevas palomitas blancas

Y en el manto de fuego escribiremos mil versos.

Con los pasos febriles iremos al encuentro…

 

Así como al descuido,

 engarzados entre amapolas y lirios dejemos los silencios-

explotemos! Con un estallido de brasas,

desparramando ausencias-

vorágine los dos y sin remedio.

¡Brillantes y encendidos bien decentes!

Con cintita de seda en el naranjo, dejemos allí los mal reproches.

Como un clavel del aire que el viento lleve, dejémoslo…

Que el destino lo diga, sin pensarlo dos veces.

Sin prisa en las  manos y sin remordimientos…

¡Que lo vivido es sueño y lo que es sueño es cierto!

 

Hay que guardar la historia en cada uno de los pétalos nuevos.

No guardemos el plan ni el mal recuerdo.

Si al aire, a las estrellas, al día que te vi y aquel sendero.

Tu alada, incierta y verdadera.

Yo despierto y al acecho. ¡Intruso, confundido y con más miedos!

¡Guadermosló!

 

                   

Gui.