Poesía en acción
  ABRAMOS UN CAMINO-POESIAS
 

ABRAMOS UN CAMINO…QUE LLEGUE AL CORAZÓN

 

 

Abramos un camino que llegue al corazón

y a los instintos.

Que te piensen mis manos y mi cuerpo

y mi cerebro te desee continuamente.

Dame el permiso de quererte….de cuidar tu jardín

y tus enjambres.

 Vuela.

 Te necesito planeando en mis espaldas…

 

Es un tiempo breve a veces incierto,

de rosas clandestina y viejos deseos.

Que lo niega el cielo que silencia el beso.

Que niega mis manos y niega tus senos,

que se yerguen ebrios de mis desatinos.

Que calla mi boca y quiere decirlo

 y vuelvo a apagarlo, lo estrujo, lo duermo…

¡Para no sentirlo!

 

Sabes, tengo un breve tiempo para darte.

Algo así como el aroma de una orquídea tierna.

Una estrella fugaz solo un instante…

Un sorbo de ilusión almibarado,

 que fluye de mis labios hasta tus labios…

Un segundo pleno de de nacimientos…

 de esporas y semillas al aire…

 

Amor…esa palabra en tus labios se hace rosa,

Perfuma la nostalgia de embelesos.

Atrapa mis últimos minutos…mis peregrinos sueños.

Anima y le da luz-vida, a los jardines yertos…

Tan solo una palabra pero pletórica de buenos momentos.  

 

Dame de esa agua en tus manos.

Quiero empaparme de ti de tus  olores,

que florezcan camelias en mis ojos

 y racimos de estrellas en mi pecho.

No te detengas, no lo pienses, no lo duermas….

sacia mi sed y dame  tus esencias…

gota a gota…yo despiertos mis nereidas.

 

Navega! Anda cristaliza esas ganas de volar…

La noche se empapa de bohemia

Y tú dormitas sin tiempo tus estrellas.

Anda persigue que al correr con la lluvia serás eterna dueña.

Serás eterna sí, libre, aurífera y un minuto más bella.

 

 

¿Quien  te trajo a mi ventana?

Anoche mientras navegaba las nostalgias…pensaba.

¿Quién dejó que tu aroma me invadiera el alma?

Que tus manos de seda se llenen de mis ganas,

Mientras  mis gardenias anidan en tu espalda.

¿Quién permite que mis anémonas florezcan en tu falda?

 

Llueve lentamente…

Cada gota da notas disonantes y frías.

Sobrecoge el alma,

las aves tiritan y en las sinrazones de mi pecho tibio:

 mis manos te gritan.

Hurgan tus rincones y entibian los ríos de tu piel bendita.

De tu piel dormida…

 

Hubo un momento que se quedó en mí…

Cuajada de luces mi alma.

Se iba el otoño y volvían los fuegos.

Las tardes nevadas y mis manos grises.

Tus pasos ligeros…y sobre la acera aventé un poema…

¡Para que regreses!

 

Yo voy y tú regresas, impúdica y vital-salvaje…

Pero aún niña. Te pierdes en el transcurrir de los albores,

Bebiendo añiles y gotas de silencios…

Afuera se apresta la noche a arriar recuerdos…

A darte un beso en tu frente, en tus manos

 y abandonar un pétalo en tus labios…

 

¡Ilusa ilusión no me abandones!

¡Déjame vivir las primaveras!

Que en el parque me alumbren las bromelias

 y en su pecho se aniden mis camelias.

Permíteme encantarme con sus besos

 y que en su piel germinen mis enebros.

Vana ilusión ahora…¡devuélveme los sueños!

 

 

Que frío en las estrellas de luces pálidas

Que tiemblan en la noche calando el alma.

Apenas la candela de tus ojos chispean

 incendiando las palabras…todo…vital…me vuelvo fragua.

Elevo la mirada, me envuelvo en tu fragancia…

Para quemar tus miedos…tus distancias…

 


Que frío amada mía…se hielan sin nacer palabras tiernas.

Y vuelvo a recordar tus tibias manos.

A gozar el calor ambulante de tus labios.

A desnudar mi alma, a desear el viento de la mar tan descarnado…

Para volver después a soñar en tus abrigados brazos.Para volver a tu hogar encantado.

 

 

¡Enciéndeme la piel!

Anda solo tu logras hacer de mi esa hoguera

 que consume las huellas de otros besos.

Volviendo flama mi sangre y mis huesos.

Volcán mis labios que a tu contacto

 en furibunda yesca arrasa los recuerdos…

Anda enciéndeme en silencio…

 

 

Linda mañana que me encuentra…

 recuperando destellos de tus besos….

Los árboles desnudos, tiritantes

esperando los soles de tus manos.

Espera. Quiero que brillen los tejados…

 y poco a poco con tu aliento la vida llegue.

Que me empapes de sol ahora quiero!

 

 

Palomita despierta…

en el blanco de la helada escarcha

palpitan mis lantanas-agrestes pero vivas-

Las avispas de mis manos despiertan…

Me abrigan los recuerdos…mis labios encantados

Te recuerdan..

Palomita despierta…

 

 

Mariposa atrapa los murmullos de las flores

Y elegante en racimo de luz dame la vida.

No dejes que la espada me deshoje

Ni el vil halcón de Diana me enamore…

Que las ninfas persigan algún druida  .

Y tus alas-ilusión, derramen en mi vientre tus poesias.

 

 

Águila soberana que anidas en montañas…

Con un ojo vigilas, con un ojo me engañas…

A donde vas ahora? ¡Ni la lluvia te espanta!

 y caminas estoica, orgullosa y bien clara.

Humanamente sabia, eternamente humana.

Águila por las noches…niña en las mañanas…

 

Ilusionada has vuelto a mirarte en el espejo…

Tus orlas están sedientas.

Dibujas con parsimonia las líneas de tus ojos,

El delicado lienzo de tu piel…

Así tiernamente  esperas…

Ya llegan golondrinas nuevas.

¡Por fin ya llegan!

 

 

 

Espera…tengo un pájaro dormido  en mi pecho…

Hazlo cantar! Que goce del aroma de tus manos,

Del  dulce aleteo de tu voz….

de esa paciente ternura que impregnas en cada oración.

En cada silencio, en tu mirada en frutos

y en semillas…¡ siempre vos!

 

 

 

Te invito a acompañarme a un rincón perdido…

Donde duermen violetas y descansan los lirios,

Donde las fresias abren y cantan estorninos.

Un lugar con sus berros, espejo y laberintos

Donde mora la luna y aroman espinillos…

Un lugar de silencios, un lugar escondido…

 

 

No guardes las palabras amarillas.

Los silencios vacíos no los guardes.

¿Para que enlutar las horas con recuerdos…

de las flores sedientas y los besos necios de esas tardes?

Poblemos los días de misterios,

de durazno en los labios y en la sangre.

Aleteando en mis dalias tus enjambres…

y en mi mente siempre el hambre de tu hambre.

 

 

Te invito a descubrir   la primera cosecha de rosas

de luciérnagas y de tulipanes negros.

A alumbrar auroras con tus candelas nuevas,

Pintando las sonrisas con arpas y cencerros.

A escuchar con las manos, a desear con los labios…

A creernos eternos, a creernos más buenos!

 


Abrázame…quédate quietecita en mis orillas.

Anda, ronda los sauzales, las barrancas,

E hinca el colmillo de los celos  en mi garganta.

Germina mis semillas, mis naranjas,

los bulbos de mis lirios…

Y luego…duérmete en mi espalda.

 

Aquella tarde de verónicas antiguas

Que asfixiaban gorriones en el triste murallón…

Te ví. Me embriagaban las nostalgiosas notas….

Los tañidos al aire, lujuriosa pasión.

Destino de poeta-me dije- vendedor de ilusión…

 

Me atrapas súcubo…anidas en mi piel…

A veces efímera, a veces Casandra….

Mujer en la lluvia niña entre las sábanas.

De rouge en los labios y uñas esmaltadas…

Que a veces me mimas y en otra me matas…

Me arrastras y seduces y duermo en tu falda…

 

 

Respiro primaveras…anido y canto.

Por las mañanas descubro un nuevo pétalo en mis pitangas.

Soy abrigo y alimento. Soy hogar y camino, 

Poesía necesaria y tu sustento…

Tú eres colibrí, eres colmena,

 música de la mar…soplo y aliento…

 

Por favor ayúdame a encontrarla dormitando  en mis jardines.

¡Anda! Impide que sangren sus heridas…

Que canten churrinches de fuego entre sus manos

y en su pecho una chicharra nazca.

Ayúdame entre la selva de mis sueños a encontrarla….

 

Vuela cardenilla azul…hiende el cielo.

mira hay lágrimas ambarinas en mi piel,

 que no vuela: anoche descubrimos los miedos…

A olvidar que hay olvidos. 

Pero cardenilla  feliz si vuelas libre,

me voy contigo.

Pero si te quedas cardenilla mía….

tráeme un pancito de miel y lino…

 

No te ates a mí, ni a mis escombros…

Cultiva la huerta, los helechos.

Pon rosas usadas en jarrones nuevos

y mírate al espejo para verte.

Arroja al cesto las agendas, pero… 

Guarda un pétalo encantado…

Una imagen de mi y un verso claro.

 

Invítame a conocer tu universo…

Un viaje hacia los sueños.

Aquellos  que has dejado dormidos en tus cuadernos,

y que nadie se atreve a despertarlos.

Invítame a viajar, a ser sincero…

A desnudar el alma para que:

 Cuando renazca el sol me encuentre nuevo.

 

Alumbra sol…derrite lechiguanas entre candelas vírgenes.

Yo en picos de zorzales anido entre ligustros y a su sombra duermo.

¿Que esperas margarita para darme el néctar de tus besos?

Quítame el cansancio con delicias…con la ternura de tus sueños.

Que al amparo de tus ojos vuelo….

 

 

Mira las aves que migran a tu jardín,

en sus picos traen fresias…

Sonatas, panderetas y versos.

Vislumbra los colores de la vida 

y aprende de los pájaros,

de la diminuta luciérnaga,

De los nardos.

Imprégnate así de los naranjos,

 las uvas frescas y de mis sueños…

 

Volvimos a encontrarnos a la orilla de un sentimiento nuevo…

Tú alientas primaveras con tus manos…

Yo vuelo.

Impregno cada célula de savia fresca- vino y estrellas.

En los ojos llevamos amaneceres

y el pecho va cubierto de mil pájaros…

 

 

Bésale las manos a la corteza dura, a los algarrobados nudos….

A la frente limpia.

Esa ternura descubre, más ternura

Y hace milagros la seda de tus labios en mi bravura.

Derrite esa coraza que me envuelve, que limita

Cual mortaja negra mis sonrisas…

¡Besa mis manos y dame esa vida!

 


¡Apúrate! Disfruta la llovizna.

Pruébala sabe a vida, a nacimiento y sueño.

A erizar de piel, a manos apretadas,

a mudas y esperanzas….¡apura!

¡Recoge tus cenizas y anda!

En cada gota de cristal que te moja la cara,

Hay un llanto de vida….

Y allí…dormita una crisálida.

 

No quiero perderme esos minutos que desgrana el reloj….

Esos reflejos amorosos que en tus ojos estampa,

 como estrella de plata la ilusión.

La canción que navega….

Los duendes traviesos del amor.

No, no quiero perderme ni la sombra,

la lluvia, ni el breve resquicio de tu sol.

 

 

¡Que placidez!…el cielo límpido

 y el sol dorando mis sedientas células…

Entre mis manos, los besos de tus manos

Y trashumante el aroma encantado.

El misterio, el gemido que mana de tu vientre.

El aullido silencioso de tu cuerpo en la espera ansiosa de mi cuerpo…

¡Que placidez!

 

 

¡Que minuto azul de mi deseo!

Lamparados los plátanos chillones,

 desnudan los enjambres de gorriones.

El río es el final de la calle mansa…

El aroma vegetal de la mañana se cuela irreverente por las casas.

Yo, testigo vital de este universo me detengo a pensar…

A explotar en planetas deflagrantes…

Para volver a ti…en algún verso…

 

 

Ya no quiero crear más metáforas impías.

Ni hacer caso al reloj ni a mis instintos.

Para ensuciar cuadernos en primaveras,

 si no guardo el recuerdo…no los quiero.

¡Si es olvido es olvido!

Será mejor que lloren las estrellas,

  que entierren mis poemas sin destino

y al polvo me devuelvan con mis libros…

Cual mortaja de honor de mis delirios…

 

 

Abre tus pétalos uno a uno-sonríe-

Permite que el rocío te alimente.

Ya fucsia ya índigo o naranja

Despertaras así por las mañanas…

-adicta- a ilusiones, a polen en picos de los colibríes.

Al rocío azulado por tus labios…

Aroman do las hojas de tus manos-cautiva-

De racimos rubios y de nuevos sutiles hados…

Cautiva y enamorada…-sonríe-

 

No te ates al dolor ni a la rutina…

Haz que cada día empiece en esperanza.

Cansada pero alegre.

Que tus ojos se inunden de labranzas…

De colibríes, geranios y aromas de lavandas.

Que al salir por las calles contagien tus guirnaldas,

A los pájaros, al hombre y a las plantas que cantan.

 
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